lunes, 17 de diciembre de 2007

No volvemos por navidad porque todavía no nos hemos marchado

Hoy he recivido un email que me ha dado que pensar, quizás porque nos incumbe a todos como estudiantes o porque es otro de los muchos problemas sociales que nos atañan. De todas formas antes de nada me gustaría aclarar que este post no esta escrito con la intención de hacer un llamamiento a que la gente se manifieste, sino que mi intención es informar de un derecho que se nos ha privado.

El email, está formado por un artículo y una reivindicación que en resumen dicen lo siguiente: “La nómina de mi padre en diciembre de 1979 era de 38.000 pesetas [...]en menos de cinco años de esfuerzo ya habían levantado y pagado una vivienda de 120 m2. En el año 1979 el coste de un piso era del orden de 14 mensualidades de un peón de obra.
38.000 pts/mes de salario x 14 meses = 532.000 Pts costaba un piso.

El sueldo en 2006 de un universitario recién titulado en ingeniería informática sin experiencia profesional no llega a las 200.000 pesetas mensuales. En el año 2006 una vivienda modesta cuesta 175 mensualidades
(14 años) de un ingeniero informático.

200.000 pts/mes x 175 meses = 35.000.000 pts.

Los jóvenes de hoy necesitaríamos cobrar 2,5 millones de pesetas mensuales para estar en igualdad de condiciones con nuestros padres.
Lo primero que se le ocurre a uno es seguir viviendo en casa de sus padres y ahorrar el 100% del sueldo durante los próximos 14 años, para el año 2020 (yo rondaré ya los 40 años de edad) tendré el dinero suficiente para comprar una vivienda al coste del año 2006 pero, por supuesto, no al coste del año 2020. Evidentemente esta ocurrencia la desecha uno antes de hacer cualquier cálculo.

Aunque un joven bienintencionado consiga ahorrar 2, 4 o 6 millones con mucho esfuerzo en pocos años, a día de hoy nunca podrán evitar lo siguiente:
Pedir un préstamo al banco a 40 o 50 años. Asi te darás cuenta de que no vives en una democracia sino en una dictadura. El dictador no se llama Francisco Franco o Fidel Castro sino La Caixa, BSCH, Banco de Sabadell o, en general, "la banca". Ni siquiera tendrás la libertad de decir lo que piensas a, por ejemplo, tu jefe, no vaya a ser que cierre el grifo y no puedas pagar al dictador.
La otra solución es pagar un alquiler de por vida. En este caso el dictador se llamará Juan García, José Pérez o Pablo el arrendador. La situación no es distinta a la primera.

El esfuerzo de nuestros padres, sin duda alguna admirable, no era estéril (podían obtener una vivienda de propiedad en un período de 5 años). El mismo esfuerzo realizado por nosotros, los hijos, sólo llega para quizá reducir en 5 años una hipoteca de medio siglo.

La vivienda nunca fue un objeto para enriquecerse, sino para vivir, es de lo poco material que sí necesitamos. La ley del libre mercado puede establecer el precio de los televisores de plasma al precio que quiera... yo no los compraré... pero nunca tuvimos que permitir que esa misma ley fijara el precio de la vivienda, porque todos necesitamos vivir en una y no todos podemos pagarla. Los jóvenes, incluso aquellos que tenemos estudios superiores, no podemos "competir". Artículo de Forges, publicado en el País 2/5/2006

Al final del email, hay un llamamiento que dice: “Después de la primera sentada por una vivienda digna se han convocado muchas otras, todas ellas desorganizadas y disgregadas en unas pocas ciudades. Este es un problema a nivel estatal, es por eso que se convoca una Macro-Manifestación, no una macro-sentada, para el sábado 22 de Diciembre a las 17:00 en: Huesca: Plaza Navarra;Madrid: plaza del sol; Girona: Plaça de correus DEVESA; Barcelona: Plaça Catalunya; Zaragoza: Plaza del Pilar; Salamanca: Plaza Mayor; Valladolid: Plaza Mayor; Iruña: Plaza del Castillo; Vigo: Puerta del Sol; Elche: Plaça Baix Collado; Villalba (Madrid): Plaza del Ayuntamiento; A Coruña: Plaza de Maria Pita; Toledo: Plaza de Zocodover; Córdoba: Plaza de las Tendillas; Palencia: Plaza Mayor; León: Plaza de San Marcelo; Bilbo: Plaza del Teatro Arriaga.; Granada: Fuente de las Batallas; Badajoz: Plaza de San Francisco; Málaga: Plaza de la Constitución; Sevilla: Plaza Nueva; Valencia: Plaza de San Agustín; Albacete: Plaza del Altozano; Talavera de la Reina: PZ EL PAN; Santa Cruz de tenerife: Plaza Weyler; Donostia: alderdi eder

Este email, refleja la angustia de miles de jóvenes que ven frustradas sus esperanzas de hacerse con una vivienda propia. Desde hace ya varios años, el precio de la vivienda no ha parado de subir y en su mayor parte por la especulación inmobiliaria. Llevamos años esperando a que esa burbuja especulativa explote y la relación calidad/precio de los pisos sea la real y no la que las personas esperan que sea. Las noticias que nos ofrecen son optimistas, en cuanto a que creen que explotará en cualquier momento, pero la verdad es que llevan años diciéndonos lo mismo, y seguimos sin ver resultados.

Como dice el email, estamos en un país en el que somos libres de elegir si pagar una hipoteca o no, pero teniendo en cuenta que las más optimistas son a 50 años, no cabe duda de que nuestras opciones son limitadas. Cuando nos ofrecen una hipoteca, nos las venden como si nos estuviesen dando un privilegio que o cogemos ahora o no nos beneficiaremos de él nunca más.

Pero además tenemos que contar con un factor con el que nuestros padres no tuvieron que luchar: los créditos fáciles que permiten obtener una suma de dinero importante en tan solo 24 horas. Son préstamos de facil adquisición que podrían tentar a cualquiera pero que como todo tienen una consecuencia: un interés tan elevado que muy pocos se pueden permitir. Por ello muchos vuelven a pedir un préstamo para pagar los intereses por lo que se endeudan una y otra vez.

La situación de los jóvenes es desesperante. Las encuestas no son muy favorables a la hora de indicar la media de edad a la que nos vamos de casa. Todos sabemos que tenemos más recursos para vivir y tenemos más comodidades que nuestros padres, pero no tenemos más facilidades para vivir. Nuestras esperanzas para tener casa propia se desvanencen cada año y son muchos los que al final optan por continuar en casa de sus padres.

No se muy bien en manos de quién está la solución de precio de la vivienda, pero siempre hay algo que se puede hacer. Quizás manifestarnos no sea una acción que directamente solucione el problema, pero servirá para que se den cuenta que jóvenes somos muchos, y que somos muchos más los que queremos solucionar la situación.
Un saludo
Fuentes
La nómina de mi padre (artículo de Forges)
Página web contra la especulación
Página web por una vivienda digna

Para más información:
You tube:
- manifestación vivienda digna en Madrid
- Manifestación vivienda digna
- Vaya semanita: yo especulaba

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