martes, 4 de diciembre de 2007

Juan Gelman, Premio Cervantes 2007

Soy hincha de Cervantes. Recuerdo perfectamente nuestro primer encuentro. Yo y mis dieciséis años, atontados en pie a la luz de sus mancas letras. Siempre se lo agradeceré a un viejo amigo. Aquel canoso barbudo nos obligó a empaparnos de La Mancha. Nunca antes ni después disfruté tanto manchándome. ¡Qué gran hombre, el barbudo canoso y Don Quijote!

El Premio Cervantes sirve para recordar a los mejores escritores que todavía no son nadie. Ya sé que es triste, arrojen entonces el comentario al baúl de las reflexiones socráticas. Yo celebro San Camilo, brindo por Delibes y me emborracho con Vargas Llosa porque me da la gana.

Este año le ha tocado a Juan Gelman. Nació en Buenos Aires hace menos de ochenta años. Ya publicaba poemas cuando aún no sabía escribir. Coincidiendo con la época en que él y sus camaradas arrastraban ingentes cantidades de testosterona, adhiriose al Partido Comunista. Fundó un grupo de rimeros esquineros al que nombró El pan duro. Más tarde, llegaría a la conclusión de que aquél no era su lugar en el cosmos. Uno se ve obligado a escribir horteradas por el estilo si pretende disertar sobre semejantes figuras.

Cuando el terrorismo de estado comenzó a anegar su Argentina natal, Juan Gelman estuvo a punto de perecer ahogado. Secuestraron a su hijo. Mataron a su hijo. Secuestraron y mataron a su hijo, a su hijo el de los veinte años. Pagan justos por pecadores. También cogieron a la nuera embarazada. Nuestro Premio Cervantes ha conocido a su nieta con el nuevo siglo. ¡Qué triste vida la del poeta!

Carta abierta a mi nieto (fragmento)

Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste... Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.

Escrita en 1995 y publicada en Brecha, el 23 de diciembre de 1998.

Juan Gelman atesora muchos amigos, y de los importantes. El exilio es lo que tiene, que da para mucho. En Madrid, Roma, Managua, México y Nueva York ha contado con el apoyo de más de un viejo pollo. A lo largo del camino encontrose a Gabriel García Márquez, José Saramago, Günter Grass, Augusto Roa Bastos, Octavio Paz, Darío Fo o Juan Carlos Onetti.

Esta Ofelia no es la prisionera de su propia voluntad
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos aires
Ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
Ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche por
Florencia
tus pechos altos duros come il Palazzo Vecchio
una tarde de verano de 1957
iba yo rodeado de tus pechos sin saberlo
era igual la delicia la turbación el miedo
las sombras empezaban a andar por las callejas con un olor desconocido
algo como tus pechos después de haber amado
eras oscura Ofelia para entonces y enormemente triste
una adivinación una catástrofe
un oleaje de olvido después de la ternura
una especie de culpa sin castigo
de furia en paz con su gran guerra
andabas por Florencia con tus pechos yendo y viniendo por las sombras
con saudade de mí seguramente
tu hombro izquierdo digamos
lloraba a tus espaldas o largaba sus ansias lentas en el crepúsculo y ellas
venían a mi sangre
o eran un temblor como un presagio
gracias te sean dadas ojos míos
yo les beso las manos bésoles muy los pies
gracias narices muchas gracias oídos con que escucho los ruidos
de la Ofelia antes apenas era una ciudad de Italia
sus tiros me llenaban de otra desgracia el corazón.

Su poesía puede poner los pelos como escarpias a cualquiera. Las composiciones anárquicas, palabras transformadas a su antojo y aliteraciones surrealistas ad eternum, me irritan de placer. Es fino en la basteza y basto en la finura. ¿Qué decir de un Premio Cervantes? Si Dulcinea siguiese rechazando a Don Quijote, quizá éste debiera replantear su futuro y huir con Ofelia. Entre Florencia y El Toboso... Su Majestad es coja.


Análisis de Wikipedia:

No aparecen plantillas de mantenimiento. Supongo que será porque se trata de una entrada muy completa. El historial está plagado de contribuciones. Roblespepe ha aportado la mayoría de las informaciones. La lectura de cada discusión no tiene desperdicio. Una persona ha colgado el nombre de algunas entradas relacionadas con Latinoamérica que debieran ser editadas (Miguel Ángel Asturias, Gardel, Cortázar o Botero). También se menciona el nuevo proyecto iberoamericano para los wikis. Otra gente señala erratas del artículo.

Yo incluiría varios enlaces internos: Descamisados (Argentina y no la Francia revolucionaria), Iglesia Católica, Premio Juan Rulfo o Premio Pablo Neruda. Los enlaces externos son buenísimos en este caso. He encontrado alguna página más: El Poder de la Palabra, sololiteratura.com o Los Poetas. Encarta ofrece un artículo paupérrimo por su breve extensión y escasa documentación.

Wikipedia puede estar orgullosa de la entrada Juan Gelman. Aborda los momentos más importantes de su vida (Premio Cervantes 2007). La última actualización es de hoy mismo, motivo por el que felicito al servicio. Todos los datos se presentan referenciados a través de enlaces o pies de página. Se señala cualquier fuente. Muy bien, exacto y objetivo.


Fuentes:

Wikipedia: Juan Gelman
página/12.com (Argentina): Están reconociendo a un viejísimo amor

2 comentarios:

María Iserte dijo...

Es una pena que tus entradas carentes de polémica también lo sean de comentarios.
Yo, que no soy de dejar constancia de mis paseos por los blogs, no puedo hacer otra cosa que detenerme aquí.
A mí, que Lourdes me escribió un día que tengo el corazón argentino ("hiperbólica" ella donde las hay) me ha llamado la atención esta entrada... no porque conozca al escritor de quien me hablas, sino para agradecerte la recomendación (porque me lo tomo como recomendación). Que si tú leyéndole consigues escribir así, muy malo no puede ser. Y es argentino.

Patricia soler dijo...

Lorenzoo!!! A ver si me enlazas en tu blog, www.elcronical.blogspot.com. Saludos