martes, 20 de noviembre de 2007

Un famoso estadounidense colabora con Corea

Nati es amiga de mamá. Ambas aprobaron las oposiciones a la vez. Su marido se llama Hermo. Antes solía ir con mi padre a colonizar la sierra riojana. No incautaban el oro a los aborígenes porque, entre otras cosas, no tienen. Siempre se conformaron con un par de bolsas rebosantes de endrinas.


¿Por qué os hablo de este matrimonio? Hace varios años cenaron en casa el día de mi cumpleaños. Siempre cuidaré su regalo con esmero: Calle 54. Me encontraba ante el alma mater del jazz latino actual.


Nati es la típica persona peculiar que cualquier ser conoce. No lo digo en sentido peyorativo, sino todo lo contrario. Cocina un exquisito magret de pato. Practica yoga y acude a retiros de silencio en casas rurales. Viaja junto a Hermo hasta las entrañas de Machu Pichu y aún saca tiempo para escuchar Clásicos Populares. Creo que, sin faltar a la verdad, esta tía es la leche.


Su afición por el jazz se remonta a la juventud. Los olivos de Santa Eulalia crecían al son de varios instrumentistas aerófagos. La cosa es que mi Calle 54 no aterrizó en volandas. Una dedicatoria que recordaré por muchos años apareció escrita en una de las tapas. Cada vez que abro la caja, me sorprenden aquellas palabras.


Descubrí con el obsequio a Paquito D´Rivera, Chico O´Farril, Tito Puente o Cachao. Además, la producción despertaría mi interés por un pianismo jazzero ignorado hasta la fecha. Desde entonces, he tenido el privilegio de asistir a las sesiones ofrecidas por algunos virtuosos de la tecla.


Chano Domínguez es un músico gaditano de pura raza. He tenido el gusto de escuchar su arte junto a Nati y Hermo en un par de ocasiones. Ellos me invitaban al espectáculo con bocata incluido. Las composiciones de esta eminencia constituyen el perfecto exponente de la mejor fusión con flamenco. Resulta curioso que me aficionara al género patrio de la mano de sus digresiones sobre el tema principal de la Tarara.



Más tarde oí a otro crack, un sombrío Herbie Hancock. La pareja y yo disfrutamos de sus notas en el reconocido festival vitoriano. Experimenté esa incomprensión que padece el intérprete a veces. La música había sido cocinada para viejos paladares y algún asistente no lo comprendió. ¿Qué se le va a hacer? Yo gocé como un enano viendo el modo en que semejante figura se camuflaba junto a la negra caja del piano.



Luego, aparecería Michel Camilo. El dominicano se presentó en Baluarte acompañado por la antigua Orquesta Sinfónica Pablo Sarasate y su anodino director Ernest Martínez Izquierdo. Asistimos a un monográfico sobre Gershwin. Lo evocaré durante mucho tiempo. La Rhapsody in Blue terminó siendo para quitarse el cráneo.



Este verano conseguí las entradas de un gran acontecimiento: el primer concierto ofrecido en cuarenta años por la saga Valdés. Tuvo lugar en Tenerife. Sobran las palabras acerca del auditorio diseñado por Santiago Calatrava. El espectáculo detonó un prolongado efecto multiorgásmico entre la concurrencia. Matrícula de honor cum laude para Bebo y Chucho.



Tras esta breve introducción, se descubre el motivo real de mi sexto post. Este sábado, Logroño asistió a una cita musical de marcada relevancia. Chick Corea había elegido Riojaforum para cerrar su breve tournée por España. Visitó Mallorca, Madrid, Cartagena y Barcelona. El mastodóntico pianista llegó ante su público acompañado por una figura de primer nivel, Bela Fleck. Ambos intérpretes son capaces de vomitar premios Grammy. Ya no les cabe ni un puñetero galardón en las estanterías. Hay que reconocer que, en ese sentido, dan bastante grima.


Fue un concierto de primer nivel. El banjo de los Flecktones demostró atesorar tantos recursos expresivos como una guitarra española. Dio gloria ser testigo de la polivalencia personificada. Han cosechado éxitos en música clásica, jazz, bluegrass... El último disco es el resultado de su fructuosa colaboración compositiva. Me pareció indescriptible. Hay que vivirlo.




Nada más entrar en el patio de butacas sentí que me llamaban. ¿Adivináis quiénes eran? Nati y Hermo. Entonces, recordé lo mucho que les debo. De no ser por este binomio, no sé cuándo me hubiese topado con el apasionante mundo del jazz. De no ser por ellos, la velada del sábado hubiera expirado sin pena ni gloria.


Sirva el texto de agradecimiento a dos personas que, no sabiendo solfear, le descubrieron América a un joven músico.



Fuentes:

mallorcadiario.com: Chick Corea y Bela Fleck traen al Auditórium el mejor jazz actual

laverdad.es (Región de Murcia): Chick Corea y Bela Fleck, dos pesos pesados del jazz, hoy en Cartagena

larioja.com: Chick Corea presenta en Riojafórum su último trabajo junto al banjo Béla Fleck

elpaís.com: Sombreros locos del jazz



Visiten las siguientes webs:

Calle 54, Chano Domínguez, Herbie Hancock, Michel Camilo, Bebo Valdés, Chick Corea, Bela Fleck, Flecktones

2 comentarios:

Marina Chasco Sáinz de Ugarte dijo...

Bueno,bueno,bueno...
Nos sigues demostrando ya no sólo lo que sabes, sino también tu forma tan peculiar y entretenida de transmitir esas experiencias.

Como clarinetista, me has acercado algo más la interesante historia del jazz de una forma muy cercana.

Sigue así, y como ya sabes, espero ese duo que quedamos a principio de curso.

Un saludo

Aitor Fuckin' Perry dijo...

Eso es un buen post; interesante, personal y sin exaltar a las masas!

Confieso que de jazz conozco a Billy Holliday y poco más, de los que nombras sólo a Bebo y Cachao.

No estarás interesado en un estratosférico contrato blindado en nuestro blog...