viernes, 23 de noviembre de 2007

Los locos al volante, a la cárcel


El otro día hablaba con una buena amiga que ha empezado con las clases de conducir. En ese momento las dos recordamos aquellas mañanas de verano cuando íbamos a la autoescuela a hacer los famosos test, a los que al final, sinceramente, uno se acaba aficionando.

Tras haber hecho cientos y cientos de crucecitas para marcar las respuestas correctas me presenté al exámen y no sabéis el peso que se me quitó de encima, al pensar que ya me había librado de tanta teoría vial. Adiós a los supuestos de camiones con señales extrañas y a las vacas que aparecen derrepente por el lado derecho de la calzada, de noche y para colmo en el día de la peor nevada del siglo.

Ahora bien, lamentablemente todos los conductores tenemos que seguir ligados de alguna manera a las reformas que se van introduciendo en la conducción.

Os digo esto, porque recientemente se ha aprobado en el Congreso una nueva reforma del Código Penal. Esta reforma consiste en penas de cárcel, multas elevadísimas y la retirada del carnet durante un largo periodo de tiempo a todos aquellos locos al volante que circulen a más de 60 km/h y a más de 80 km/h en zona urbana y carretera respectivamente, conduzcan con un alto estado de embriaguez, drogados o que presenten una conducta temeraria a la hora de sentarse en el asiento del conductor.

Ahora es el momento en el que toca pensar sobre el carnet por puntos. Cuando se introdujo esta medida, todos los impulsores insistieron en convencernos de sus grandes y milagrosas virtudes que serían capaces de evitar cientos de accidentes y víctimas. Pero ha resultado un fracaso. Un fracaso para todas las víctimas. Además las arcas de nuestro país se han ido llenando gracias a la pérdida de miles de puntos..

Son muchos los que piensan que con esta solución votada en el Congreso nada se va a solucionar, que lo único que va a pasar es que la burocracia va a seguir aumentando.

Pero otros muchos son los que piensan que esta medida tan severa va a ayudar a controlar a todas aquellas personas que se lanzan a la carretera sin pensar en las posibles consecuencias.

Yo aún no puedo dar una opinión firme. Los datos hablarán por sí solos, pero hay varios puntos en los que estoy de acuerdo: hay que acabar con los locos al volante, pero sin que las reformas adoptadas por el Congreso se conviertan en una vía para la aparición de mafias. Además creo que es necesario valorar bien si las medidas merecen la pena y si su cumplimiento va a ser controlado regularmente.

Estas medidas adaptadas no pueden tener un afán de lucro, sino el afán por la seguridad de todos los ciudadanos.

Yo aún soy novata de "L" y mi amiga pronto lo será, pero esperamos que esta nueva reforma no nos llegue a afectar nunca.



Fuentes:

El mundo:
Desde diciembre, la velocidad, el alcohol y conducir sin carné pueden costar la cárcel.
Diario Vasco: Las penas de cárcel para los infractores al volante podrían entrar en vigor en quince días
El País: Interior quiere que la reforma penal sobre tráfico entre en vigor este puente

Referencias:

DGT:
Estadísticas de la Dirección General de Tráfico.
Artículo:La reforma del Código Penal que ha entrado en vigor hoy es manifiestamente mejorable en lo relativo al automovilista
20
minutos: Un conductor se enfrenta a penas de cárcel por exceso de velocidad

3 comentarios:

Aitor Fuckin' Perry dijo...

Aún arriesgándome a sufrir amenazas de ser chavista y, encima, peatón, me parece muy acertado que la ley vaya siendo cada vez más dura con la pléyade de sicópatas motorizados que pululan por la carretera... algunos por la acera, incluso...

Pedro Ros dijo...

esta bien esta nueva iniciativa, pero creo q una reforma de las carreteras no vendria mal... en españa y portugal son los unicos sitios por donde hay cruces en 6 sentidos xdxd, mirad alemania (si, de ahi vienen las frankfurt) sin limite de valocidad y unos indices de mortandad inferiores a los de españa...

Alba Escribano dijo...

Pero en Alemania hay menos accidentes de tráfico porque las carreteras son mil veces mejores que aquí y no se caen a cachos.
Allí las autopistas, autovías y demás vías están construidas un par de centímetros por debajo de la tierra para que así nunca lleguen a los cero grados, y con la ayuda de la sal; no se congelan. Y no como en España, que caen tres copos de nieve y la nacional uno parece la Casa Blanca en pleno enero con sus jardines cubiertos por tres metros de nieve...